lunes, abril 28, 2008

Los huevos de Bachoco tienen efedrina


"El mayor productor y comercializador de productos avícolas en México, cuenta con cuatro líneas principales de producto: pollo, huevo, cerdo y alimento balanceado" (como bien dice en la web de la empresa), Bachoco, suministra efedrina a los pollos con el fin de que estos animales no duerman durante OCHO SEMANAS y así se la pasen comiendo día y noche para pronto poder comercializarlos. Incluso dejando de lado lo de la efedrina, ¿qué podemos esperar de animales (o de sus productos) que no duermen durante DOS meses?; ¿cuáles serían los resultados de todo lo que hiciéramos si no durmiéramos durante ocho semanas? Nada bueno sería...
Y luego con esa sustancia que se utiliza para hacer los antigripales y otras cosillas bien conocidas por Zhenli Ye Gon.

Y a quién creen que pertenezca esta empresa de origen sonorense, al actual gobernador de Sonora, Eduardo Bours y familia.
A
quí un poco más de información:

El narco

Los hermanos Tours Castelo, de acuerdo con informes de la DEA y de la PGR, no son ajenos al narco. Tan sólo en el último año y medio han sido asegurados 24 camiones de la empresa Bachoco -la más importante comercializadora de pollos, gallinas y huevos en el país- cargados con mariguana y cocaína.

Según datos consultados en la PGR, los camiones de Bachoco han sido in­ terceptados en rutas consideradas como las más importantes para el trasiego de droga: Tijuana, Mexicali y San Luis Río Colorado, en donde operan los hermanos Beltrán Leyva, célula del cártel de Sinaloa.

A raíz de la detención de algunos de esos camiones, el gobernador Bours lanzó una fuerte protesta contra la PGR y el Ejército por la gran cantidad de retenes y puntos de revisión instalados para detectar cargamentos de droga.

La acusación más agresiva fue lanzada por el mandatario el 21 de noviembre de 2007, cuando la PGR descubrió que Lá­zaro González Cruz, su jefe de escoltas, mantiene ligas con el narcotráfico, en particular con los hermanos Beltrán Leyva.

González Cruz, según la PGR, es una de las personas más cercanas al goberna­dor. Con base en una investigación a cargo de la SubprocuradurÍa de Investigación Especializada en Delincuencia Organiza­ da (SIEDO), la tarde de aquel 21 de no­ viembre un equipo especial de la PGR se desplazó a Hermosillo, Sonora, con una misión especial: realizar un cateo. La razón: que se acusaba a González Cruz de operar una amplia red de narcomenudeo y de estar relacionado con operaciones de lavado de dinero.

Bajo esa hipótesis, agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI) catearon el domicilio del jefe de escoltas de Eduardo Bours. Aunque en aquella residencia no encontraron nada ilegal, la averiguación previa AP/PGR/SON/HM/­ UMAN-ll/338/2007 establece que González Cruz tiene vínculos con una red de narcotraficantes que sirve a los intereses de los Beltrán Leyva, en particular con­ Alfredo, conocido como El Mochombo. (Este sería detenido más tarde, el 21 de enero de 2008.)

Luego de aquel fallido cateo, el gobernador arremetió contra la PGR y la AFI. En conferencia de prensa dijo: "La AFI no sirve para nada, más que para crear problemas en los estados".

Luego agregó: "Nada mejor le puede pasar a Sonora que se vayan de aquí los de la AFI, que dejen a la gente de la Procuraduría General de la República. Lo que estamos viendo ahora es que el delegado de la PGR (Oscar Ortega) dice que las famosas Unames (Unidad Mixta de Atención al Narcomenudeo), esas cosas tampoco la controlan ellos".

Otra de sus declaraciones fue: "Cree que la AFI es un problema muy serio, Ayer hablé con el titular de la PGR (Eduardo Medina Mora). Voy a hablar con el secretario de Seguridad (Genaro García Luna), porque tiene que hacer una investigación a fondo. No puede ser que entren a una casa así nomás, por una supuesta llamada anónima".

Bours acusaba a la PGR de haber ca­teado la casa de González Cruz sin orden judicial. Pero la PGR reviró al gobernador con un dato contundente: Los agentes de la AFI sí llevaban una orden. Era la número 158/2007 y fue obsequiada por el juez de Distrito Jorge Raúl Valencia para catear el domicilio de González Cruz, ubicado en Víctor MartÍnez 133, en Hermosillo.

En los últimos cinco meses, la PGR logró obtener mayores datos sobre el em­pleo de los camiones de Bachoco para el transporte de droga. En cuatro ocasiones autoridades federales encontraron en Hermosillo y sus alrededores cargamentos de cocaína, crystal y otras drogas en camiones de Bachoco que transportaban también pollos congelados o huevo.

Uno de los mayores decomisos fue realizado por elementos de la Sedena el 16 de marzo de 2007 en un camión de Bachoco que llevaba casi dos toneladas y media de mariguana y pastillas sicotrópicas.

Y avicultores de Ciudad Obregón y de Hermosillo comentan al reportero que la empresa Bachoco opera, con licencias oficiales, la importación de efedrina.

Esta sustancia -comúnmente utiliza­da para la elaboración de medicamentos (entre ellos los antigripales) y por cuyo manejo discrecional saltó a la fama el em­presario chino Zhenli Ye Gon- sirve para mezclarla con el alimento que consumen los pollos criados por Bachoco.

El consumo de efedrina permite que los pollos no duerman en un lapso de al menos ocho semanas. De esa manera, el pollito "se la pasa comiendo de día y de noche", según relata a Proceso un empre­sario avícola. Cuando desarrolla hasta dos kilos de peso, dice, "ya está listo para salir al mercado de consumo".

Pero al igual que los pollos de Bachoco, buena parte de la juventud sonorense tampoco puede conciliar el sueño:

Según la PGR, Sonora tiene el tercer lu­gar entre los estados del país con mayor consumo de crystal, la droga sintética elaborada con efedrina. Conforme a la indagatoria, los grupos de distribución de esta droga cuentan con la protección de policías estatales.

Dichas redes se hallan vinculadas con los hermanos Beltrán Leyva, dueños de fincas y haciendas en Sonora que mantie­nen una estrecha relación con los Salazar, grupo de distribuidores de droga que, de acuerdo con los testimonios, tienen víncu­los con Amoldo Tapia Chang, identificado como operador policiaco de Eduardo Bours.

y

HERMOSILLO, SON.- Nadie los detiene. Los hermanos Bours Castelo, encabezados por Ricardo y Eduardo, gobernador de la entidad este último, son considerados por los empresarios locales y por allegados a su familia como los hombres más poderosos de Sonora económica y políticamente.

De 2003 a la fecha, al amparo del poder, este clan logró desplazar a los industriales regionales y foráneos para erigir un próspero emporio que se expande más allá del territorio sonorense y en sólo cinco años, Eduardo Bours puso en operación una estrategia que le ha resultado eficaz: combinar la política con los negocios.

Tal es el control que ejerce esta familia que sus industrias abarcan casi todos los sectores productivos: el turismo, el ramo avícola y minero; domina también el mercado nacional de los fertilizantes, tiene participación en la aviación, el transporte terrestre y alimentos balanceados; controla la venta de tractores y el negocio auto­ motriz a través de las agencias Ford ...

Apenas tomó posesión como gobernador, el 13 de septiembre de 2003, Eduardo Bours decidió cambiar todo el parque vehicular del gobierno estatal. Con esta acción no sólo cumplió uno de sus "caprichos", como dicen los sonorenses, sino que convirtió a las concesionarias Ford de la entidad en prósperos negocios que son controlados por su familia. Desde entonces, todas las patrullas que circulan en Sonora tienen esa firma automotriz.

Peripecias de Ocean

En la década de los sesenta, los cooperati­vistas pesqueros del país crearon la empresa Ocean Garden Products, la comercializadora de mariscos más grande del país. Tiempo después, debido a malos manejos financieros, la compañía cayó en quiebra y fue absorbida por Nacional Financiera (Nafin). Durante lustros, dicha empresa se convirtió en un negocio del que se beneficiaron amigos y compadres de los hombres del poder.

Ocean Garden tiene su historia. Durante la gestión de Ernesto Zedillo hubo varios intentos por sacarla a la venta, pero ninguno fructificó. El intento más cercano fue cuando un grupo de inversionistas privados estuvo a un tris de adquirirla.

Uno de los más interesados en comprar la compañía fue William Karma, el empresa­ rio gasolinero dueño de la cadena Hidrosina. Al final el proceso se truncó.

Después, el Bancomext encargó otro avalúo de la empresa, pero los resultados

del estudio fueron tan cuestionados que lo único que se consiguió fue poner en alerta a quienes se oponían al proceso. De acuerdo con la valoración realizada por el despacho de Asesores Financieros Internacionales, Ocean Garden apenas alcanzaba una cotiza­ ción de 9 millones de dólares. Otros cálculos más serios establecieron que la empresa no costaba menos de 60 millones de dólares.

En 2001, ya en el período de Vicente Fox, esa cotización fue considerada como "muy corta", ya que lo más valioso de la empresa eran los créditos revolventes contratados con bancos estadunidenses. En aquella época,

la comercializadora tenía suscritas líneas de créditos por 120 millones de dólares, siendo el Bank of América, presidido por James F. McCabe, el prestamista más importante.

Pero además de los créditos, la fortaleza de la empresa radicaba en el aspecto social. Ocean Garden daba empleo a más de 900 proveedores, la mayoría de los cuales eran cooperativistas de las dos Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Oaxaca y Campeche; entonces la empresa paraestatal financiaba una flota de 982 barcos y compraba a los cooperativistas toda su mercancía.

El 25 de noviembre de 2005, dos años después de que Eduardo Bours asumió la gubernatura, el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomex) puso en venta la empresa comercializadora. En aquel tiempo se dijo que sus activos costaban 161 millones de pesos.

Ese día, la institución acordó la venta de la comercializadora a las empresas mexica­ nas Granjas Acua, Acuícola Boca y Grupo Industrial Pesquero Mexicano que pagarán -informó Bancomext- 161 millones de pesos. En aquella licitación los Bours Castelo y asociados fueron los únicos que presentaron una oferta económica.

Sin embargo, empresarios acuícolas y cooperativistas consultados por este reportero en Hermosillo, aseguran que Mario Laborín Gómez, actual director de Nafin, gestionó que la comercializadora se vendiera en 70 millones de pesos y no en 161 millones de pesos, como se dijo oficialmente. Laborín Gómez, dicen las fuentes consultadas, es uno de los más estrechos amigos de Eduardo Bours. Tan cercano es, afirman, que ambos tienen líneas de negocios en el sector de los fertilizantes y la hotelería.

El 2005 fue próspero para la familia Bours, quienes participaron incluso como inversionistas en Finpatria, sociedad financiera de objeto limitado enfocada al crédito hipotecario.

Información completa en Proceso, No. 1643, 27 abr 008.

Así que ya sabrán si se echan unos huevos de Bachoco.

No hay comentarios.: